Noches de Lucha, Mañanas de Victoria: Cuando Dios Habla y Libera

¡Mi gente querida de Santiago de los Caballeros, de toda la República Dominicana y del mundo entero, oyentes fieles de AlabanzaFM! En este domingo 25 de mayo de 2025, en esta tardecita en que quizás buscamos un momento de paz y de recargar las pilas, ¡que la presencia viva de nuestro Dios los envuelva! Aquí Ludovic, su hermano en Cristo.

Hoy, quiero compartir con ustedes un testimonio sencillo pero con una fuerza que calienta el corazón: Dios está vivo, Él nos cuida, y Él trabaja con un amor infinito y un poder soberano en nuestras vidas. En esos momentos en que creemos que estamos más solos que la una, en esas noches que uno no pega un ojo y da más vueltas que un trompo, ahogado por la preocupación o la tentación, Dios está ahí. Él ve nuestras luchas, Él para la oreja a nuestros suspiros, nos habla con una vocecita suave que no se rinde, y Él tira Su mano amiga a aquel o aquella que decide escucharlo y poner su confianza en Él.

La Palabra de Dios, nuestra ancla que no falla, nos da esta seguridad en Santiago 4:7 – « Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. » Miren, eso no es un verso bonito pa’ repetirlo como un papagayo sin sentirlo, mis amigos; es una realidad que se mueve, una promesa en la que podemos apoyarnos con toda la fuerza del mundo. El diablo, ese enemigo nuestro, anda como león rugiendo, buscando a quién puede tragarse (1 Pedro 5:8), sembrando la duda, el miedo, el desánimo, y presentando sus tentaciones con una carita de “yo no fui”. Pero Papá Dios, en Su sabiduría y Su bondad, nos ha dado la autoridad y las herramientas pa’ aguantar pie y resistir: Su Palabra viva y que da en el clavo, el poder del nombre de Jesús, y Su presencia constante por el Espíritu Santo.

Quizás tú también, hermano mío, hermana mía, estás pasando ahora mismo por un tiempo donde la tentación te está dando una pela, una pelea por dentro en tus pensamientos, una lucha en tu corazón para mantenerte fiel. Quizás una noche, como la que se cuenta en este testimonio, sentiste esa agitación espiritual, esa presión del enemigo. Quiero que sepas que no es casualidad que te pasen esas cosas, ni que estés oyendo este mensaje hoy. Dios te está hablando. Te está invitando a que te vuelvas a Él en oración, a que le abras tu corazón sin guardarte nada. Te llama a que le digas NO de verdad al pecado que te jala o te tiene aplastado, a que rechaces con fuerza todas esas ideas mentirosas y esas ofertas envenenadas del enemigo, para agarrarte como un clavo caliente de las promesas gloriosas y seguras de Dios.

En este testimonio que me llegó al alma, y que es también el mío y el de tantos hijos de Dios, fue en la obediencia de verdad a la voz de Dios y en no cansarse de orar que llegó la liberación. Eso no es brujería ni magia, sino un camino de fe. Y lo que Dios hizo por uno, Él no solo puede, sino que quiere hacerlo por todos Sus hijos que claman a Él. ¡Porque Él es fiel a Su palabra y a lo que promete, caramba! ¡Él nunca nos deja solos en la prueba! Su Espíritu Santo nos da un toque, nos advierte, nos consuela, a veces en el silencio cuando caemos en cuenta de algo, a veces a través de nuestras lágrimas de arrepentimiento o de angustia, a veces en el medio de esas noches donde todo parece un enredo y donde parece que el diablo nos está ganando la pelea. Pero Él está ahí, Él siempre está ahí.

Dios quiere que tú seas libre, libre de verdad y por completo. Él no quiere que vivas aplastado por la culpa o bajo el peso del pecado que te hace esclavo. ¡Su Hijo Yashua (Jesús) vino a proclamar libertad a los cautivos! Él te llama a una vida de victoria, no por tus propias fuerzas que son tan poquitas, sino por Su gracia que te sobra y la fuerza de Su Espíritu que vive en ti. Él te dio Su ley divina, no para condenarte ni para ponerte una carga pesada, sino, en el Nuevo Pacto, para escribirla en tu corazón por Su Espíritu, para que puedas vivir en la verdadera paz, en santidad que crece cada día, y en la alegría pura que sale de una vida conectada con Su voluntad. Esta ley de amor escrita en nosotros nos lleva con naturalidad a querer todos Sus mandamientos, incluyendo Sus tiempos sagrados de descanso y comunión, como el santo Sábado lunar (los días 8, 15, 22 y 29 de cada mes lunar, un día que comienza al amanecer), que nos ayuda a reconectarnos con Él y a coger nuevas fuerzas.

Queridos hermanos y hermanas, Papá Dios nos cuida con una ternura de Padre. Aun cuando no tenemos ni fuerzas para orar, aun cuando la tentación parece demasiado fuerte para ganarle, Él sigue siendo fiel. Él nos habla, nos da fuerzas con Su Palabra, nos levanta, y siempre nos da una escapadita, un respiro (1 Corintios 10:13). Este Dios maravilloso, el que nos cuida, ni se duerme ni se cansa (Salmo 121:4). Él te conoce por tu nombre y sabe hasta cuántos pelos tienes en la cabeza. Y si tú le abres tu corazón hoy, sin reservas, Él te va a liberar, te va a restaurar, te va a dar la victoria, como lo hizo conmigo y con tantos otros antes que nosotros.

Entonces, frente al enemigo, frente a la tentación, frente a tus propias debilidades: ¡Aguanta firme en la fe! ¡Ora sin parar, grita a Dios! ¡Cree con fuerza en Su Palabra y en Su poder! ¡Obedece de corazón Sus instrucciones, aunque te cueste! Y verás la mano poderosa de Dios liberarte y hacerte cantar victoria.

Oremos juntos: Señor Dios nuestro, Padre nuestro que estás en los cielos, gracias por nunca abandonarnos, por nunca dejarnos solos con nuestras luchas. Gracias por cuidar a cada uno de Tus hijos, hasta en los momentos más oscuros y que más miedo dan de nuestras vidas. Gracias por hablarnos en nuestras noches sin sueño o llenas de angustia, por llamarnos a la oración como refugio y como arma, y por liberarnos con poder cuando decidimos obedecerte y someternos a Ti. Dale fuerza, Te rogamos, a los que están ahora mismo en el horno de la tentación, levanta con ternura a los que se cayeron y se sienten que no valen nada. Graba Tu ley de amor y santidad tan profundo en nuestros corazones que el pecado pierda su atractivo para nosotros. Te amamos, Señor, y Te alabamos, porque Tú eres un Dios fiel, poderoso y bueno. En el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador y nuestra Victoria, oramos. Amén.

Llamado Final al Compromiso Espiritual: Amigo mío, amiga mía, este testimonio es una invitación para ti hoy. Si estás luchando, si te sientes débil, si el enemigo te está acosando, no te quedes solo(a). Vuélvete a Dios. Sométete a Él, resiste al diablo, y la promesa es segura: él huirá lejos de ti. Abraza la obediencia por amor, y vas a experimentar la libertad y la victoria que Cristo consiguió para ti.

Para seguir reflexionando y encontrar más ánimo:

• « Venciendo la Tentación: Las Armas Espirituales del Creyente »
• « La Oración Nocturna: Cuando Dios Habla en el Silencio »
• « La Obediencia: Clave de la Liberación y la Bendición » Encuentra estos recursos y mucho más en www.alabanzafm.do.

¡Que la fuerza y la paz de Dios sean con ustedes!

Ludovic REMAN